Muchos coruñeses todavía recuerdan los míticos bocatas de calamares de la Plaza de Orense, que durante un tiempo se servían de madrugada los fines de semana. Posteriormente el palacete municipal se convirtió en punto de venta de entradas, y a principios de este verano fue recuperado como local de hostelería por la asociación Down Coruña.
El Quiosco de Down Experience es un proyecto de inclusión laboral pionero en Galicia: en la cafetería trabajan 16 personas, de las cuales 12 son personas con discapacidad intelectual. Desde su apertura han servido sobre todo los bocatas de calamares, pero también bocadillos de tortilla y bocadillos y pulgas de paleta ibérica. El servicio de cafetería se completa con helados, bebidas y cafés “de especialidad” llegados de Etiopía, Costa Rica y México.
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